sábado, 26 de septiembre de 2015

Todo es una versión de otra cosa.

A veces-

irse es ganar la guerra;
quedarse en silencio constituye un acto de valentía extraordinario;
quererse se considera un hecho imprescindible;
acabar es sinónimo de empezar;
desconocer comprende desordenar todos los recuerdos para encontrar las razones y descubrir que existen motivos.

Olvidar.

Aparecer siendo otra, pero sin dejar de ser tú.

Crecer sola y aprender a.   
               
Reinventarte porque te lo debes,
y no quieres volver a ser lo que siempre aborreciste.

Aprender de la derrota siendo derrotada.
Fingir y mantener la calma en equilibrio.
Postergar la tristeza, el desgaste y la decepción; 

ol vi dar.

Esperar que nadie nunca nada.

Temblar de indiferencia y pasear por la soledad, como si no cortara.
Intentarlo con muchas ganas y poca paciencia;
con los ojos entornados y la puerta entreabierta; por si los portazos.
Tener cuidado y mucho tabaco.

Volver a olvidar.

O
L
V
I
D
A
R

Matar recuerdos y construir romA en cualquier parte.
Huir para que algún día, alguien, te pida que vuelvas.
Inventar excusas y destrozar el pasado;
no tener ni vaso, ni gota que lo colme.

Olvidar… la rabia, los malos tiempos, las trampas, las autopistas, la sequía, los cuentos, la religión, la distancia, la fiebre, la impotencia, el rencor, el miedo, los golpes, el vacío, el olvido…

Olvidar todo lo que nunca quisiste aprender;


 Y entender que los caminos de rosas están llenos de espinas,
                          
que el secreto es que no hay secreto,

y que nunca podremos volar;

pero siempre nos quedarán las ganas de intentarlo.


martes, 18 de agosto de 2015

‘Hay quienes lloran con fuerza y quienes solo lo hacen cuando se quedan sin ella’.
Escandar Algeet.



La felicidad puede ser maravillosamente triste;
te lo juro con estos ojos de rabia,
de niña caprichosa que no tiene todo lo que quiere pero quiere todo lo que tiene,
con estos ojos de cielo sin mar.

Devuélveme todo lo que te he dicho,
vuelve a buscar todo lo que te has dejado;
empieza por el principio, como quien sabe que va a llegar el final.

La nada lo destruye todo y a mí solo me queda aprender a volar por mis propios miedos.

La nostalgia del pasado y la añoranza del presente que no hace otra cosa que jodernos el futuro.


Y así pasan los días, rápido; 
como cuando sube la marea y entierra la nostalgia.

Y tú destruyes, 
sonríes 
y sigues.

He encontrado alguna razón cogiendo aire, escarbando entre pecho y espalda;
como cuando baja la marea y destapa los motivos.

Crecer es dar un paso hacia delante y dos hacia atrás,
no aprender nunca a acertar a la primera,
plantar flores constantemente donde sabes que nunca crecerá hierba
y dar las gracias por los golpes y la sinceridad. 

Llevo un lazo como soga,
me aterroriza el olvido,
y juego a ser una niña 
aunque nunca he dejado de serlo.

Yo siempre intentaba hacerlo bien;
tú no hacerlo tan mal.

Nunca he sabido decir adiós,
las despedidas siempre me hacen llorar y siempre acabo los días como se merecen: desahogada por dentro.


Me rindo: 

voy a respirar lo justo y necesario para sobrevivir a tu silencio.
Voy a quedarme muy quieta para dejar de tropezar con tu nombre,

voy a olvidarte con todas mis fuerzas.



lunes, 1 de junio de 2015




Encontrarte fue mi mayor pérdida.
Fue absurdo, irracional e incoherente; 
como yo.

Y todavía te echo de menos.

Siempre te vi como la primera vez;
radiante y lleno de sexo.

Nunca supe cómo hacerlo bien para hacernos mejor.

Pero sabía cómo hacerte música,
y lo de tus cosquillas en la nuca.

Llegó un punto y elegimos el final: acabamos queriéndonos mal, sin permiso y a destiempo.

Te haría mil poemas y los multiplicaría por las ganas que tengo de que me hagas el amor;
pero de ‘ojalás’ no se vive
y ojalá no me hubiera muerto tantas veces de ellos.


Siempre he pensado que es mejor sentir con la razón y pensar con el corazón;
lo jodido es ponerlo en práctica.

martes, 26 de mayo de 2015

Perder.
Def. 1. Dejar de poseer determinada cosa a causa de alguna circunstancia.
Def. 2. Dejar de tener determinado sentimiento o actitud.


Me sé de memoria las siete sonrisas que tenía antes de ti.
Ya no atardezco como antes,
No encuentro razones
Y me levanto la piel buscando restos de saliva.
Si te digo la verdad nunca he sabido mentir.
Tampoco sé muy bien de lo que hablo,
Y mucho menos lo que escribo.

Tengo un nudo en la boca del estómago 
y no se deshace ni con los dientes de león.
Empecé a quererte un lunes y ahora los viernes me escondo entre gestos de indiferencia.
No sé distinguir entre el dolor y las ganas de follarte.
Tengo en el pecho un campo de flores y estás arrancando cada pétalo con violencia y sin cuidado.

Nunca estás cuando no necesito al resto.

Como si no supieses que a estas alturas lo que da miedo es no tener de dónde tirarse,
Porque el vértigo es que no te des cuenta de que todas las ventanas se están cerrando.
Tampoco me sorprende que ignores de qué manera se me hace sonreír.
Y no tengo ni puta idea de cómo hemos llegado hasta aquí 
Pero te juro que no quiero quedarme.

Tengo motivos de sobra para llorar,
Una sensación de tristeza constante 
Y el corazón de color negro funeral.

Nos estamos jodiendo la vida cuando deberíamos estar follando- nosla.

Todavía estamos a tiempo de ser canción.

Acuérdate; 
querer es poder 
y yo te quiero.

Hasta cuando no debo.


miércoles, 20 de mayo de 2015



Justo en el momento en que te has ido he entrado en pánico,
y te juro que quiero salir de aquí,
pero contigo.

Después de cualquier tormenta solo quiero tu cama.

Te prometo que voy a mirarte el resto de mi vida como si fuese la primera vez que te veo,
te aseguro que voy a matar al tiempo antes de que nos mate él,
te juro que voy a quererte para siempre con hambre y ganas.

Tengo todo el miedo del mundo y un montón de razones para ser feliz escondidas en tu boca.
Voy a masturbar el dolor para que te corras conmigo y a prometerte una casa en mis manos.
Hacerte el amor y deshacerte las ganas de llorar.
Matar cualquier duda, ahogarte en cosquillas, besarte el frío hasta convertirnos en incendio.
Voy a disparar a todos los finales porque no quiero despedidas.

Quería decirte que me he imaginado una vida sin ti y no me quiero nada.

Me giro y veo amanecer. Pienso en ti. Ando despistada hacia la cocina y me tropiezo con el frío. Pienso en ti. Leo, escribo y trabajo. Pienso en ti. Abro la puerta y ya no cierro nunca la ventana, hace calor. Pienso en ti. Me he quedado dormida y ya es tarde; no me da tiempo a decirte que desde que me levanto hasta que me acuesto: pienso en ti. Te escribo. Nunca es tarde si eres tú quien me espera.

Baila conmigo,
písame los pies,
imagíname feliz.

Y créetelo.


Llega siempre tarde.

Pero llega.


Olvídalo todo: voy a recordarte lo que es ser feliz.


No sé cómo acabar porque no quiero que esto termine;

buenas noches son porque estás a dieciséis canciones y respiras.
Buenas noches son porque miras en mi dirección.
Buenas noches son porque existes.


jueves, 7 de mayo de 2015




Al final siempre llega el final –no sé de qué me sorprendo-
Tengo un recuerdo clavado en la garganta
y todavía estoy intentando dejar de sangrar por tus mentiras.

Yo siempre he sido la tonta y tú el imbécil,
yo siempre he sido la canción y tú el ruido,
yo siempre he sido la puta y tú nunca has puesto la cama.

Has dejado de dolerme en el mismo instante en el que te he visto besar la tristeza de otras bocas.
Vuelvo, descalza, y me corto con todo lo que rompiste a tu paso.
No abandono las ganas de matar al silencio, a las horas y a los recuerdos.

He besado el suelo que pisas,
me he tragado tu pasado
y me he raspado con tu corazón.

Tampoco esperaba más de ti; nunca supiste quedarte cuando menos necesitaba al resto.
Nunca fuiste suficiente y a mí nunca me ha gustado ser indispensable.
Siempre quise matar a las princesas para que no me contaras cuentos.

No pienso pedir perdón por los golpes,
ni por la lluvia,
ni por los celos.
Tampoco por el olvido,
ni el miedo,
ni los silencios.

Me he quedado con toda la culpa y deberíamos repartirla a partes iguales;
tú quédate con los polvos que no me echaste 
y yo con la mano que nunca llegué a darte.

Me rindo. 

He salido a bailar.
Me he bebido Madrid y te he visto en todas las canciones.
He besado un par de bocas y me he follado al idiota de aquel bar de la esquina.
Me he subido la falda, 
me han metido mano 
y me he dejado la sonrisa en casa -no quiero perderla-.

Qué mal se llevan el amor y el sexo.
Qué mal llevo el amor sin sexo.
Qué mal llevo el amor.
Pero no el sexo.

Al final no pudimos salvarnos 
y si vuelves será para acabar con lo que nunca empezamos;

Supongo que algún día aprenderé a convertir la rabia en indiferencia. 
Supongo que algún día encontraré el buen camino y correré en dirección contraria.


Supongo que algún día…
tendré que dejar de ser tan zorra.

Y tú tan hijo de puta.






lunes, 27 de abril de 2015





He tenido una idea, como cada mañana al despertarme; 
me he peleado con el lunes, como cada domingo;
he vuelto, como cada vez que me he tenido que ir.

Y aquí estoy, recorriendo cada puto centímetro de mi cama buscando un poco de tu saliva.

Me he encontrado a mí y he descubierto que soy tan tuya que ya no me quedo.

Una canción muy hija de puta que no para de hablar de ti,
un poco de semen de la última vez que te corriste en mi boca 
y un cúmulo de batallas perdidas.

‘Déjame tu corazón, que voy a tragármelo’ –me dijiste.
sin saber que después ibas a escupirlo.

Fui la del ‘fóllameparasiempre’ y no, perdona, eso no es amor; 
tonta, 
que eres tonta.

Si mi cama te contase, yo no tendría que escribir nada; 
te recordaría cómo buscabas mi boca para meterte dentro,
por qué te miraba mientras dormías 
y cuándo empecé a quererte.

Todos los bolígrafos se han gastado, 
las luces se han fundido
y mis lágrimas no dejan de llorar.

‘Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana’ 
y yo solo pienso en tirarme por ella.

No dejo de repetirme que nunca supiste que el puto mapa era el tesoro,
que tu polla se acuerda todos los días de mí
y que yo cada día estoy más guapa desde que me relamo para brillar.

Ya es navidad en mi habitación, 
me he hecho inmortal 
y ahora voy a vomitar estas ganas para no tener más.

Espera… quédate ahí quieto:

                                                     voy a practicar el olvido;

ya no vuelvo.