miércoles, 20 de mayo de 2015



Justo en el momento en que te has ido he entrado en pánico,
y te juro que quiero salir de aquí,
pero contigo.

Después de cualquier tormenta solo quiero tu cama.

Te prometo que voy a mirarte el resto de mi vida como si fuese la primera vez que te veo,
te aseguro que voy a matar al tiempo antes de que nos mate él,
te juro que voy a quererte para siempre con hambre y ganas.

Tengo todo el miedo del mundo y un montón de razones para ser feliz escondidas en tu boca.
Voy a masturbar el dolor para que te corras conmigo y a prometerte una casa en mis manos.
Hacerte el amor y deshacerte las ganas de llorar.
Matar cualquier duda, ahogarte en cosquillas, besarte el frío hasta convertirnos en incendio.
Voy a disparar a todos los finales porque no quiero despedidas.

Quería decirte que me he imaginado una vida sin ti y no me quiero nada.

Me giro y veo amanecer. Pienso en ti. Ando despistada hacia la cocina y me tropiezo con el frío. Pienso en ti. Leo, escribo y trabajo. Pienso en ti. Abro la puerta y ya no cierro nunca la ventana, hace calor. Pienso en ti. Me he quedado dormida y ya es tarde; no me da tiempo a decirte que desde que me levanto hasta que me acuesto: pienso en ti. Te escribo. Nunca es tarde si eres tú quien me espera.

Baila conmigo,
písame los pies,
imagíname feliz.

Y créetelo.


Llega siempre tarde.

Pero llega.


Olvídalo todo: voy a recordarte lo que es ser feliz.


No sé cómo acabar porque no quiero que esto termine;

buenas noches son porque estás a dieciséis canciones y respiras.
Buenas noches son porque miras en mi dirección.
Buenas noches son porque existes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario